En la punta del edificio del antiguo Hotel Roma, la loba todavía amamanta a sus cachorros humanos. La esquina de Corrientes y Santa Fe, sin embargo, es muy angosta para un imperio. Roma ya cayó, y se vende a los bárbaros por un puñado de talentos, pocos, seguramente muy pocos.
sábado, 2 de febrero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario